Adultos desconcentrados
Durante mucho tiempo se ha pensado que los niños
y niñas superaban el trastorno por déficit
de atención e hiperactividad al llegar
a la adolescencia, las investigaciones actuales
muestran que hasta un 70 por ciento de los niños
que presentaban TDAH en la infancia continúan
teniendo dificultades en la vida adulta.
Usualmente los adultos tienen muchos problemas
relacionados con mantener la atención.
Se distraen con facilidad incluso cuando quieren
estar atentos en una tarea. Muchas veces no recuerdan
lo que acaban de leer o escuchar. Tienen dificultad
para organizar sus tareas y suelen ser muy olvidadizos
sobre aquello que han de hacer. Estos y otros
problemas relacionados pueden llegar a crear grandes
dificultades a las personas en sus tareas, en
actividades como conducir, en sus relaciones sociales
y familiares, y en sus rol como padres.
Muchos adultos con TDAH son muy inteligentes,
creativos, personas fácilmente queridas,
y que son capaces de hacer muchas cosas admirables.
Sin embargo, para muchos el vivir con TDAH es
como hacer una carrera con una mochila inmensa
cargada de ladrillos.
El término "TDAH en adultos"
con todas las imprecisiones y vaguedades que presenta,
tiene la virtud de poner nombre a un problema
muchas veces invisible, así como también
diferenciar el problema de otros más serios,
y que son inútiles o contraproducentes
cuando se ponen en la persona inadecuada.
El problema de la falta de atención sin
hiperactividad esta sub-diagnosticado, sobre todo
en niñas y mujeres. Además muchos
adultos con problemas atencionales nunca fueron
diagnosticados en la infancia o, peor aún,
fueron marcados con otro rótulo.
El TDAH se conceptualista como un problema biológico,
sin embargo las pastillas no enseñan determinadas
habilidades.
Muchos adultos se benefician del coaching (gerente
de la conducta) que les ayuda a desarrollar habilidades
para mejorar su gestión, relaciones sociales
u organización.
TDAH - el trastorno
psiquiátrico no diagnosticado más
común en los adultos
Trastorno por Déficit de Atención
e Hiperactividad (TDAH), es el término
por el cual se conoce un síndrome caracterizado
por tres síntomas nucleares de trastornos
como son la inatención, la hiperactividad
y la impulsividad, los cuales no siempre tienen
que estar presentes conjuntamente.
Hoy se considera que el TDAH puede ser el trastorno
psiquiátrico no diagnosticado más
común en los adultos (Weiss G. 1999). El
diagnóstico de TDAH en el adulto se basa
especialmente en el antecedente de TDAH en la
infancia. Niños con TDAH tienen mayor riesgo
de sufrir algunas comorbilidades junto con su
trastorno durante la infancia y adolescencia,
en especial trastornos de ansiedad, afectivos
(depresión) y obsesivo compulsivos, abuso
de drogas, y personalidad antisocial (Biederman
J., 1992) .
Los adultos presentan una variedad aún
más complicada de trastornos psiquiátricos
que los niños, como un mayor riesgo de
problemas derivados del consumo de sustancias
tóxicas, depresión, ansiedad, mayor
riesgo de accidentes de tráfico (Barkley
y cols., 2002), así como de contraer enfermedades
de transmisión sexual (Spencer y cols.,
2002). Se debe tomar en cuenta que el adulto desde
la niñez ha debido crear mecanismos y recursos
para así compensar su déficit de
atención y poder ser funcional en su vida
académica y laboral, a costa de gran esfuerzo.
El TDAH puede ocasionar graves alteraciones en
la adaptación social y laboral de los pacientes
y, por ende, mermar significativamente su calidad
de vida.
En general, se tiende a entender el TDAH como
un trastorno sólo limitado a la infancia
y adolescencia, y por esto faltan recursos especializados
en el diagnóstico, tratamiento y evaluación
de pacientes adultos.
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